En una reciente entrevista realizada por Isabel Espinoza, periodista del programa Sin Rodeos, se abordaron temas críticos de la seguridad ciudadana y el crimen organizado. En esta ocasión, el invitado fue Alejo Campos, Director General de Crime Stoppers International para el Caribe, Bermuda y América Latina, quien expuso su experiencia y análisis sobre el incremento de la criminalidad en la región.
Durante la conversación, Campos explicó cómo la globalización, en su versión “desviada”, ha facilitado el crecimiento de las estructuras criminales a nivel mundial, permitiendo que operen con sofisticación y eficiencia. “La globalización ha permitido a las estructuras del crimen organizado usar las mismas herramientas que usamos para potenciar las economías legales”, afirmó Campos. A través de redes globales, estas organizaciones han generado lo que Campos denomina “gobernanza criminal”, que controla territorios y economías locales de manera similar a un estado, pero desde la ilegalidad.
Uno de los ejemplos más claros que ofreció Campos fue el de El Salvador, donde las pandillas llegaron a imponer su propio sistema de “gobierno”, controlando actividades económicas y sociales. “Es como si fueran pequeños estados criminales”, explicó. Estas organizaciones extorsionan a la población, controlan territorios y usan la violencia como herramienta para mantener su poder.
La situación en Costa Rica es de particular preocupación. Según Campos, el país se ha convertido en un punto estratégico en las rutas del narcotráfico y el contrabando, debido a su ubicación geográfica y sus costas en ambos océanos. “Costa Rica tiene un rol protagónico en este momento para el crimen organizado”, advirtió.
Campos enfatizó que las bandas locales no actúan solas; forman parte de un entramado internacional que utiliza a Costa Rica como un eslabón dentro de una ruta global del crimen. Además, destacó que la legislación actual y las capacidades de las autoridades están rezagadas frente a la evolución rápida del crimen organizado. “Es necesario una profunda reforma legislativa y un fortalecimiento institucional con tecnología avanzada para hacer frente a estas amenazas”, subrayó.
Uno de los puntos más impactantes de la conversación fue la advertencia de Campos sobre la creciente naturalización de la violencia en la sociedad costarricense. “La sociedad no debe acostumbrarse a contar los muertos como si fueran goles de un partido de fútbol”, insistió. Hizo un llamado a la ciudadanía para que no se insensibilice ante la criminalidad, colaborando activamente con las autoridades a través de canales seguros de denuncia.
La entrevista concluyó con una reflexión importante: la seguridad es un tema multidimensional que debe ser abordado desde todos los frentes, incluyendo las políticas sociales, la educación y la salud pública. No se trata solo de aumentar la presencia policial, sino de mejorar las condiciones de vida de las personas para evitar que el crimen organizado siga captando individuos vulnerables.
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